La relación de jefe subalterno ha venido transformándose en las últimas décadas, mucho de ello, debido al descubrimiento que un empleado motivado es un empleado productivo, aunado a la llegada de generaciones cada vez más demandantes con su entorno.
En el año 2015 Harvard publicó resultados acerca de un estudio de la vida adulta (Harvard Study of Adult Development)¹ , el que reveló las conclusiones acerca de qué hace a las personas felices, tras estudiar una población de 724 personas por 75 años. , es decir crear nexos con otros.
Estudios como éste le han dado pistas a Google, Wegmans Food Markets, Boston Consulting Group, Baird, y otras empresas catalogadas como el mejor lugar para trabajar por la revista Fortune en el 2016, de cómo tratar y mejorar las condiciones de sus empleados, para que estos a la vez se desarrollen en un ambiente de motivación y retos que los lleve a ellos y a las empresas al siguiente nivel.
Entonces ya conocemos la conclusión más importante: un empleado feliz es un empleado productivo, y lo que lo hace feliz son sus buenas relaciones con los demás, una de las más importantes: su jefe.
A continuación resumimos una serie de tips y consejos que ayudan a crear una relación excelente entre jefe y subalterno:
Desde la primera reunión entre jefe y subalterno, se deben establecer expectativas claras, tanto del jefe como de la persona que le reporta. Ambos deben considerar puntos clave como: frecuencia de comunicación, soporte requerido para resolver incidentes, cosas que no se deben hacer, tiempo con el que se deben solicitar permisos, procesos clave que no se pueden descuidar, que situaciones son urgentes y cuáles no. Con este paso se reducen el 50% de los problemas que se pueden dar en el futuro, porque como quien dice cuentas claras…
La evaluación de personal, en el formato y frecuencia que se utilice es una herramienta poderosa para medir objetivos cumplidos, desarrollo de nuevas destrezas y uso de las actuales en tareas que potencien al personal, monitorear ayuda requerida, problemas que impacten el trabajo, en fin, un número amplio de opciones que colaboran con el crecimiento de ambos. Lamentablemente cuando se evalúa se hace para cumplir un requisito más o como herramienta de castigo en caso que las metas no se cumplan. Un buen consejo es tomar o crear un mecanismo de evaluación que permita agregar valor al trabajo y los haga mejorar a ambos.
De las peores cosas que se le puede hacer a un adulto, es sobrepasar su autoridad como persona y esto es rebajarlo al nivel de un niño. La manera en que se les cuestione, dé seguimiento o se colabore, debe ser siempre en un espíritu de igualdad, manteniendo la relación jefe – subalterno pero siempre tomando en cuenta lo que el otro tiene mucho que aportar.
Tome siempre un espacio para decir: que está funcionando y cómo explotar cada vez más lo que si funciona y qué es lo que no funciona con ejemplos claros, sin interponer sentimientos o creencias como “yo creo” “yo siento” sino hechos concretos y proponiendo siempre un plan para mejorar. Además los jefes lo deben solicitar retroalimentación también! Ya basta que sólo los subalternos deben callar y aguantar, también tienen cosas importantes que decir que pueden hacer crecer a sus jefes.
Debemos partir siempre que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Es comprobado científicamente que los ambientes laborales de confianza, hacen que las personas deseen contribuir más ya que es una manera de corresponder a esa confianza. De igual manera cuando situaciones de emergencia o personales se producen, darle un tiempo para que lo resuelva sin que eso implique solicitar vacaciones o reponer el tiempo, después de todo como personas todos necesitamos una palmada de apoyo en la espalada.
Por último comuníquese, cada vez que pueda y de la mejor manera que pueda, recuerde que crear una buena relación requiere conocer a la otra persona, sin inmiscuirse en vida personal, pero temas laborales de desempeño, reconocimiento por el buen trabajo, siempre deben estar en las conversaciones, de preferencia con una taza de café en un ambiente tranquilo.
Por Tanya Leiva
Gerente General NEOS Consultores
www.neosconsultores.com