BN rescata su filosofía primigenia de las Juntas Rurales de Crédito, con la que nació hace más de cien años.
Decenas de pequeños productores agrícolas y de servicios, desde zonas muy alejadas en el interior del país, empezaron desde abril de este año a hacerle frente a sus necesidades de progresar, gracias al apoyo financiero del programa del Banco Nacional, Consejos de Apoyo Rural (CAR).
A la fecha más de 20 organizaciones y representantes locales de muy distintas partes se convirtieron en aliadas de BN Pymes y se espera llegar a más de 40 este año, con un capital total que inicialmente se prevé para ¢4.000 millones o más, si se requiriera, en solo este 2018.
Por el momento, hay productores beneficiados mediante el Centro Agrícola Cantonal en Nandayure, Guanacaste, pasando por las Palmitas de Cariari, Limón, y llegando al Centro Agrícola Cantonal en Tarrazú, San José sur; otras en San Ramón, Alajuela; San Vito y Veracruz, zona sur; así como en Puriscal, Bijagua, y Cartago. La lista empieza y vienen más procurando registrarse.
¿Cómo funciona? El Banco conforma una alianza con un agente corresponsal, que debe tener influencia en la zona y conocimiento de sus necesidades. Se trata de comunidades con poco acceso a servicios financieros, donde no hay institución cercana para contactarse. El programa -amparado bajo normativa SUGEF- fue avalado por el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), en el segundo semestre de 2017, y tras pasar varios procesos ya este año se firmaron convenios y los Consejos pudieron registrarse.
El financiamiento puede ser hasta por ¢5 millones como máximo y un plazo máximo de 5 años para cada caso. Todo apunta a mejorar la calidad de vida de pobladores y familias con menor acceso a condiciones para desarrollarse, y con ello el Banco Nacional también ejecuta su política de Responsabilidad Social, en su eje “un banco para todos”, con su apoyo a la educación financiera y a la inversión social.
“Los CAR ya toman fuerza como medio para fortalecer con inclusión financiera a microempresas en zonas lejanas, en conjunto con aliados en las diferentes comunidades; es decir el Banco Nacional rescata así su filosofía primigenia de las Juntas Rurales de Crédito, que instauró hace más de cien años”, explicó el director de BN Pymes, Víctor Acosta.
Estos agentes pueden ser centros agrícolas cantonales, asociaciones de productores o cooperativas, e incluso hasta una seccional de una organización mayor. El banco les valora su trayectoria, empoderamiento en la zona e involucramiento con actividades productivas de la comunidad. Estos ven los casos y los llevan a un Comité de tres personas, que constituyen el CAR, y que hace llegar al banco sus recomendaciones, para finalmente, proceder con los análisis y las formalizaciones.
“El programa ha capacitado a las oficinas y también a los aliados; ha tenido una gran acogida en las comunidades, porque además les conecta con una oficina cercana, por ejemplo, el CAR en Nandayure, trabaja con la oficina de Carmona y así las demás”, explica el Sr. Acosta.
Agrega que los usos son tan diversos, como compra de ganado, o para siembra de hortalizas; equipo para la producción, para abastecer un minisúper, o para una panadería; o bien, el sastre que requiere mejorar su servicio.
En resumen se trata de una relación del banco con las organizaciones, que tampoco es nueva, pero que se está llevando a otro nivel. BN Pymes –anteriormente BN Desarrollo- es la Dirección del Banco Nacional para la atención con servicios financieros y acompañamiento al segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas. Tras casi 20 años –que se cumplen en el 2019- es el líder bancario por naturaleza para estos segmentos.
FUENTE: Comunicado Banco Nacional