Los estudiantes del Laboratorio de Anatomía Vegetal, de la carrera de Ingeniería en Biotecnología, no tuvieron acceso al laboratorio este semestre, ya que el Campus del Tecnológico de Costa Rica (TEC) se mantiene cerrado al público debido a la pandemia de la COVID-19. Eso no impidió que pudieran hacer sus propios experimentos y continuar con su formación.
De eso se aseguraron los profesores Elizabeth Arnáez, Luis Fernando Alvarado y Alejandro Medaglia, quienes coordinaron con los estudiantes, primero para ver su disponibilidad para comprar microscopios de bajo costo y, luego, para ayudar a quienes no pudieran costearlo.
Tras ponerse de acuerdo, los docentes coordinaron con una empresa la adquisición de paquetes en los que incluyeron el microscopio, goteros, navajillas, cubreobjetos y portaobjetos. Además la Escuela de Biología les proporcionó tres colorantes básicos y semillas de frijol y maíz.
Estos kits fueron distribuidos a 63 estudiantes, por medio de Correos de Costa Rica, a sitios tan diversos como Limón, Puntarenas, Cartago, San José, Guanacaste, Pérez Zeledón, Sarchí, Poás o San Pablo de Heredia, entre otras tantas comunidades.
Sesiones virtuales
“Esto permite que, durante las sesiones virtuales del laboratorio, cada estudiante pueda realizar los cortes y ver los detalles de cómo son las plantas por dentro. Para lograr esto, los profesores le brindaron una lista de plantas que se requieren y que son de fácil acceso (…).
“Los cortes que realizan los estudiantes pueden ser fotografiados directamente del microscopio, con cualquier teléfono móvil. Con ayuda del profesor y por medio de la plataforma virtual, los estudiantes pueden enviarle fotografías de esos cortes al profesor y tanto él como el resto de los estudiantes pueden ver este material en el momento y discutir al respecto, tal y como se haría en el laboratorio”, narró la máster Elizabeth Arnáez Serrano.Igualdad de condiciones
Los estudiantes que pudieron pagaron los paquetes, y quienes no estaban en capacidad de hacerlo, recibieron ayuda de la Escuela. Incluso, algunos profesores pusieron dinero de sus bolsillos, para asegurarse que todos los alumnos estén en igualdad de condiciones.
“A mí me ha encantado, puedo practicar todas las veces que quiera, no estoy sujeta al horario del laboratorio, que si fuera presencial sería nada más dos horas a la semana. La calidad es bastante buena para ser un microscopio portátil. La verdad ha sido una experiencia demasiado bonita, me ha alegrado un montón la cuarentena y hace que sean más interactivas las clases. Agradecemos mucho a los profesores que se hayan adaptado tan rápido”. Alexandra Castro, estudiante de primer año de Biotecnología
Además, este esfuerzo de los docentes asegura que los estudiantes de esta generación no tendrán rezagos en su formación.
Retos de la pandemia
Para el máster Carlos Alvarado Ulloa, director de la Escuela de Biología, era de vital importancia acercar a estos estudiantes a la experiencia de laboratorio, pues se trata de un curso de primer nivel en el que se aprenden muchas de las bases para la carrera.
“Para la carrera de Ingeniería en Biotecnología la pandemia ha sido doblemente retadora, no solo por ajustarse a la virtualidad, sino también porque muchos de los cursos que se dan en la carrera son laboratorio, y ahí se complica más. Hay que hacer un esfuerzo o ser muy creativos, para poder dar los laboratorios de forma que los estudiantes adquieran las destrezas y habilidades necesarias“, argumentó Alvarado.
Además, para Alvarado es de destacar que la virtualidad permitió que se contará con Luis Fernando Alvarado entre los docentes del curso, quien está en España, en la Universidad Politécnica de Valencia, desarrollando su doctorado.
Excelente, iniciativa. A seguir apoyando a nuestros jóvenes. Los felicito.!!