A lo largo de la vida las personas se enfrentan a diversas situaciones que les hacen cerrar un capítulo e iniciar uno nuevo. El ámbito laboral no es la excepción y hay momentos en los que las personas se preguntan si deben continuar o no en su puesto de trabajo.
De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo, del INEC, la población ocupada nacional asciende los 2,08 millones de personas, compuesta por 1.323.907 de hombres y más de 833.663 mujeres. Adicionalmente, los datos del INEC muestran que la tasa de ocupación fue de 51,5%, es decir, poco más de la mitad de las personas en edad de trabajar tienen un empleo.
Sin embargo, muchas personas podrían estar descontentas o insatisfechas con sus experiencias en el trabajo.
Algunas señales que podrían mostrar que se acerca el cierre de un ciclo laboral, tienen que ver con falta de motivación, dificultad para realizar las tareas que hacía previamente durante su historia laboral.
El cambio laboral, aun cuando es deseado puede generar mucha incertidumbre por lo que se debe analizar bien antes de tomar la decisión. Según Felly Salas, directora de SAVIA STUDIO, “es necesario que la persona trabajadora haga una evaluación sobre los recursos personales y sobre lo que ofrece el mercado, también debe identificar cuáles son las brechas existentes, para que pueda diseñar un plan que le permita potenciar los recursos que tiene en la actualidad y desarrollarse plenamente”.
Adaptarse a un nuevo espacio laboral.
Parte de los aspectos importantes para tener una adaptación exitosa, en un nuevo espacio laboral, tiene que ver con reconocer los recursos que posee la persona.
“Se trata de sacarle provecho a las habilidades de cada persona para que estas contribuyan a potenciar el éxito de la organización. Otro aspecto importante tiene que ver con construir una red de apoyo dentro de la organización, es decir buscar ayuda de otras personas que pueden ser claves para el éxito de esas nuevas tareas y rol a desempeñar”. Concluyó Salas.
