Aunque Ramiro Fonseca empezó con una sola máquina de coser, su gran pasión por los sombreros lo llevó a conquistar el éxito. Hoy lidera Sombreros del Rancho, una empresa ubicada en Pérez Zeledón que genera empleo a más de 24 personas y distribuye sus productos a lo largo y ancho del país. Su historia es ejemplo de cómo el esfuerzo, la innovación y el respaldo financiero del Banco Nacional pueden transformar una idea, en un negocio sólido con identidad costarricense.

Del amor por el sombrero al emprendimiento nacional
“Siempre me han gustado los sombreros. Los usaban mis padres, mis tíos… crecí con ellos”, cuenta Ramiro Fonseca. En 2017, tras regresar de vivir en el extranjero y enfrentarse a un mercado laboral limitado, decidió convertir esa afición en una empresa. Así nació Sombreros del Rancho.
En sus inicios, Ramiro contaba solo con una máquina y mucha motivación. Con esfuerzo, fue desarrollando moldes y prototipos hasta lograr un producto con identidad propia, atractivo y de calidad. Luego vinieron las visitas a supermercados, cooperativas, cámaras de cañeros y ganaderos, y poco a poco, Sombreros del Rancho se fue posicionando en todo el país.

Perfeccionar el producto con pasión
Ramiro dedicó horas a mejorar cada diseño, inspirándose en las necesidades y gustos de los diferentes sectores del país. “Nos especializamos en sombreros para todo tipo de personas: pescadores, caminantes, sabaneros, vaqueros. Queríamos que cada modelo reflejara una personalidad”.
El perfeccionismo y la atención al detalle se convirtieron en la firma de la marca. “Yo hablé con mi equipo y les dije: ‘la clave está en la calidad’. Cada costura debía estar perfecta”, recuerda.

Innovar para destacar
A pesar de que al principio pocas tiendas compraban sus productos, Ramiro no se desanimó. Detectó que los sombreros eran bien recibidos, pero había mucha competencia. Fue entonces cuando decidió diferenciarse: innovó en colores, incorporó accesorios únicos y adaptó sus diseños a lo que el mercado necesitaba.
“Fue un éxito rotundo”, cuenta con una sonrisa. “Cuando llevé nuevos colores, todos me compraron. Ahí me di cuenta que sí se podía”.
El aporte del Banco Nacional
El crecimiento de Sombreros del Rancho no hubiera sido posible sin el apoyo estratégico del Banco Nacional de Costa Rica. “Llegó un momento en que no podía seguir creciendo porque no tenía el capital para comprar materia prima ni máquinas”, recuerda Ramiro quién destaca el aporte que tuvo con la entidad financiera.
Financiamiento oportuno:
Cuando el negocio comenzó a crecer, Ramiro necesitaba más máquinas, materia prima y espacio. Fue entonces cuando recibió ese financiamiento oportuno para innovar.
Capacitación empresarial:
Además del apoyo financiero, el Banco Nacional lo invitó a charlas y capacitaciones claves para fortalecer su visión de negocio y mejorar los procesos.
Apoyo continuo al crecimiento:
En 2023, la entidad también le financió un local más amplio lo que permitió expandir operaciones y contratar más colaboradores. Hoy en día, Sombreros del Rancho emplea a más de 24 personas, incluyendo tres vendedores regionales.

“Si no fuera por el Banco Nacional, posiblemente hoy seguiría pequeño. El apoyo fue clave para crecer y estabilizar la empresa”, afirma Ramiro con gratitud. Si desea contratar a Sombreros del Rancho puede llamar al +506 84480602 o escribir a sombrerosdelrancho@gmail.com