Después de 100 años llega una mujer a la presidencia de la Cámara de Comercio
Yolanda Fernández una mujer empoderada y con experiencia en administración y dirección de grandes empresas, llega a la presidencia de la Cámara de Comercio de Costa Rica, con la expectativa de poder implementar todos sus conocimientos en el desarrollo de la organización.
Toda la preparación de Fernández adquirida en Walmart será utilizada para dirigir y orientar a los colaboradores de la Cámara, después de más de 100 años sin ser gobernados por una dama.
“Me gustaría que más pequeñas y medianas empresas puedan afiliarse a la Cámara, se informen y obtengan los beneficios que ofrecemos para el crecimiento, innovación y exportación de los productos que comercializan”, explica la Presidenta de la Cámara de Comercio de Costa Rica, Yolanda Fernández.
Según informa Fernández, algunos de los beneficios que pueden adquirir los agremiados de la institución son:
1. Poder franquiciar su empresa.
2. Trabajar en grupos de comisión fiscal, programas empresariales y comisión de aduanas.
3. Exponer los productos en la página web.
4. Tener orientación en temas de interés.
5. Dar un valor adicional al producto.
“Las 22 personas que constituimos la junta, pretendemos poder transferir nuestros conocimientos y experiencias de forma positiva para el mejoramiento y crecimiento del sector de emprendedores Pymes”, afirma Fernández.
Visión de crecimiento para el sector Pyme
La Presidenta de la Cámara tiene visión de crecimiento, empoderamiento y alternativas que constituyen el cambio que incentiva a los empresarios para formar parte de la organización.
“Quiero poder utilizar, sacar el mejor provecho y desarrollar mediante prácticas un excelente desempeño de las personas que constituimos la Cámara y así lograr beneficiar la economía del país”, menciona Fernández.
Se espera que el trabajo en equipo de la Junta Directiva se vea reflejado en el crecimiento y posicionamiento de las Pymes a nivel comercial.
La idea es que los empresarios se acerquen a la Cámara, conseguir incentivarlos a la innovación, brindarles acompañamiento y además, ayudarles a perder el miedo al desarrollo.
Fernández concluye que “ser Pyme es ser pequeño en tamaño, pero no quiere decir que se debe ser pequeño en ideas e innovación”.